Los lentes de contacto son una excelente alternativa a las gafas, ofreciendo comodidad y una visión clara sin restricciones.
Sin embargo, su uso inadecuado puede afectar su durabilidad y, peor aún, comprometer la salud de nuestros ojos. A continuación, te mostramos 5 errores comunes que pueden dañar tus lentes de contacto y cómo evitarlos.
1. No lavarse las manos antes de manipular los lentes
Uno de los errores más frecuentes es tocar los lentes sin lavarse las manos previamente. Las manos pueden contener bacterias, suciedad y aceites que pueden transferirse a los lentes y causar infecciones oculares.
Antes de ponerte o quitarte los lentes, asegúrate de lavarte bien las manos con agua y jabón, y sécalas con una toalla sin pelusa.
Si no lavas tus manos adecuadamente, podrías estar introduciendo microorganismos a tus ojos cada vez que te colocas los lentes. Esto puede derivar en infecciones como la queratitis, que es una inflamación de la córnea que puede causar dolor, enrojecimiento y sensibilidad a la luz.
2. Dormir con los lentes de contacto
A menos que tus lentes sean diseñados específicamente para uso prolongado, dormir con ellos puede reducir la oxigenación de la córnea y aumentar el riesgo de infecciones. Si accidentalmente duermes con ellos, retíralos inmediatamente al despertar y deja que tus ojos descansen antes de volver a usarlos.
El uso inadecuado de los lentes mientras duermes puede provocar sequedad ocular severa y, en algunos casos, provocar úlceras corneales, que pueden afectar tu visión a largo plazo.
Es importante seguir las indicaciones de tu especialista para evitar complicaciones.
3. Usar agua o saliva para limpiarlos
El agua del grifo y la saliva contienen microorganismos que pueden contaminar los lentes y causar infecciones graves. Siempre utiliza una solución especial para lentes de contacto recomendada por tu especialista.
Nunca enjuagues ni guardes los lentes en agua corriente.
Muchas personas creen que el agua potable es segura para limpiar los lentes, pero esta puede contener amebas y bacterias peligrosas, como la Acanthamoeba, que puede causar infecciones severas y dolorosas en la córnea.
Para evitar estos problemas, es vital utilizar soluciones desinfectantes diseñadas específicamente para lentes de contacto.
4. No reemplazar los lentes y el estuche a tiempo
Cada tipo de lente de contacto tiene un tiempo de uso recomendado, ya sean diarios, quincenales o mensuales. Usarlos más allá del tiempo indicado puede causar acumulación de proteínas y bacterias.
Asimismo, el estuche de almacenamiento debe reemplazarse cada tres meses para evitar la proliferación de gérmenes.
El uso prolongado de lentes de contacto fuera de su tiempo recomendado puede hacer que pierdan su capacidad de hidratación, provocando incomodidad y aumentando el riesgo de infecciones o daños en la córnea. También es importante mantener una higiene adecuada en el estuche de los lentes, enjuagándolo con solución desinfectante y dejándolo secar al aire libre.
5. No seguir las indicaciones del especialista
Muchas personas compran lentes de contacto sin realizar un examen visual adecuado o ignoran las recomendaciones de su optómetra. Cada ojo es diferente y necesita un tipo específico de lente, así como un proceso de adaptación. Si tienes molestias, sequedad o visión borrosa, consulta a tu especialista antes de seguir usando los lentes.
Algunas personas utilizan lentes de contacto genéricos sin receta médica, lo que puede resultar en una adaptación incorrecta y generar problemas visuales a largo plazo. Siempre es recomendable realizar un examen visual y seguir las instrucciones de un profesional para garantizar la seguridad y comodidad de su uso.
Conclusión
Cuidar tus lentes de contacto no solo prolonga su vida útil, sino que también protege tu salud visual. Si tienes dudas sobre su uso o necesitas una adaptación personalizada, agenda tu cita conmigo en la óptica y con gusto te asesoraré para que disfrutes de una visión clara y saludable.
Recuerda que un buen mantenimiento y el uso adecuado de tus lentes pueden hacer una gran diferencia en la comodidad y salud de tus ojos. ¡No pongas en riesgo tu visión y sigue estas recomendaciones para mantener tus lentes de contacto en óptimas condiciones!
